"Buff, buff"... Una huella llena de amor

Todo sucedió tan rápido, de una semana a otra Zoe ya no está; Zoe era la mascota de una buena amiga, no era solamente su mascota, era como su hija y Zoe es hasta el momento la única amiga con la que Cookie, mi mascota, compartió su comida, sin duda había una buena amistad para que esto sucediera. Lamentablemente Zoe tuvo que partir debido a una fuerte leucemia que la hizo descansar en cuestión de pocos días. El vacío que ha dejado en mi amiga, su familia y los amigos que conocimos a Zoe es muy grande. Me da pánico pensar que yo también viviré la misma tristeza cuando Cookie ya no esté por alguna u otra razón, es inevitable, ley de vida.

Me impresiona como una mascota se vuelve parte tan importante de nuestra vida, en especial un perrito, esos amigos peludos que nos hacen enojar cuando muerden nuestras pantuflas, reír cuando hacen algo que creíamos no tenían la astucia de hacer, llorar cuando se enferman y no sabemos qué pueda ser y sobre todo amarlos todos los días cuando con lametones y un helicóptero en su cola nos demuestran su infinito amor.

Un amigo canino siempre estará dispuesto a dar todo por estar a nuestro lado, es muy especial saber que nos aman profundamente y sin ninguna condición. Esas 4 patitas tienen las huellas que marcan para siempre nuestros corazones. Ahora entiendo lo que es amar a un perro y ya no veo como locas a las personas que les hablan y les compran ropa, yo soy ahora una experta en tono de voz extraño para saludar a Cookie y cuando hay frío sin duda le pongo su chaleco; me arrepiento de no haber tenido un perrito antes pero ahora no me queda más que recuperar el tiempo perdido y tener el resto de mi vida una compañía tan fiel y divertida como la que un perro nos puede brindar. ¡Todos a ladrar!

Zoe, tu familia, los amigos de tu mamá humana, tu amiga Cookie y yo siempre te vamos a recordar, dejaste una huella llena de mucho amor.

Zoe y Cookie

Zoe (Izq.) Cookie (Der.)