Pulse en Orlando: el crimen de la intolerancia

“Al menos 49 personas murieron este domingo en un ataque con arma de fuego ocurrido en un club nocturno de la comunidad LGBT de la ciudad estadounidense de Orlando, en el estado de Florida.” -BBC Mundo-

“En el momento de la matanza, Eddie Jamoldroy Justice de 30 años buscó refugio en el baño desde donde le escribió un mensaje a su mamá diciéndole lo inevitable: que allí iba a morir. “Mamá, te amo”, escribió. “Hay un tiroteo en el club, estoy atrapado en el baño”. “Llama a la policía. Voy a morir”, dijo. Su mamá, Mina Justice, trataba de asegurarle que ya había llamado al 911 y la ayuda estaba llegando. “Los estoy llamando, responde tu teléfono”, le dijo la madre. “¡Llámame!, ¡Llámame!”, insistía ella. Justice respondió: “llámalos mami, ahora. Sigo en el baño. Él está llegando. Voy a morir” -CNN en español-.

“Seddique Mateen, el padre del atacante, afirmó que las acciones de su hijo probablemente están motivadas por su perspectiva contra la homosexualidad, por lo que descartó un acto ligado a la religión. Su hijo había estado molesto luego de que vio a dos hombres besándose en Miami, según Seddique.” -BBC Mundo-

“Eso les pasó por ser gays” quien haya pensado esto o algo parecido debe recapacitar urgentemente. Si nos basamos en religión, no matar es uno de los 10 Mandamientos y amar al prójimo lo es también, mostrar indiferencia o satisfacción con este hecho no es digno de una persona realmente cristiana. Si la indiferencia es simplemente por intolerancia, es necesario reflexionar aún más ya que todos podemos ser victimas mortales de ello.

No es posible que los humanos nos matemos porque no toleramos las actividades, preferencias o rasgos físicos de los demás. Si estos crímenes de intolerancia no nos indignan, estamos perdidos. No indignarnos le daría el derecho a cualquiera de portar un arma y matar a niños por ejemplo, por no tolerar sus gritos al jugar en el parque; habría una masacre en una Iglesia porque alguien no tolera a Dios; el Congreso de la República sería un baño de sangre porque no se tolera la corrupción; un vago atacaría un hogar entero porque no tolera ver familias felices; un niño mataría a sus padres porque no tolera el llamado a la obediencia. Y así existiría un sin fin de crímenes que finalmente nos afectaría directamente cuando alguien no sea tolerante a algo de lo que hacemos o somos.

El mundo sería más caótico de lo que ya es si la intolerancia fuera un móvil aceptado de violencia. Volvemos a la sabiduría de Don Benito Juárez, "Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz." El diccionario define tolerancia así: "Actitud de la persona que respeta las opiniones, ideas o actitudes de las demás personas aunque no coincidan con las propias." Comparte tolerancia.